Cómo es sabido se acerca otra conmemoración de la Revolución de Octubre que tuvo lugar en la Rusia de los zares, y como todo el mundo sabe triunfó y se aplicaron los pensamientos políticos, económicos y filosóficos del marxismo. Sobre ello se han escrito millares de publicaciones. Hoy no es mi intención en este nuevo aniversario escribir sobre ello, más bien me centraré, primero en un brevísimo enfoque del Manifiesto Comunista y a continuación en otro brevísimo enfoque de El Capital. Así que, sin más preámbulos.
El Manifiesto Comunista de Max y Engels es, sin ninguna duda, el manifiesto político más leído de todos los tiempos, ya que más de siglo y medio después de su publicación, (aún se exige su lectura obligatoria en algunas Facultades de Ciencias Políticas) su combativa retórica y su ardiente entusiasmo a favor de los oprimidos todavía tienen el poder de retar e inspirar.
Tanto Marx como Engels nacieron en Alemania, sin embargo, vivieron la mayor parte de sus vidas en Inglaterra, pues, ambos se radicalizaron pronto.
En 1848, escribieron el Manifiesto Comunista y aunque Marx realizó casi todo el trabajo, más tarde, cuando Marx y su familia vivían en la más absoluta pobreza en Londres, Engels le ayudó económicamente.
Escribieron varias obras juntos, y Engles editó los volúmenes segundo y tercero de El Capital entre 1885 y 1894 tras la muerte de Marx.
El Manifiesto Comunista comienza con una clara declaración de la concepción materialista de la historia: “La historia de todas las sociedades hasta la fecha es la historia de la lucha de clases”. Es el choque fundamental en la sociedad moderna y se da entre la burguesía, que posee los medios de producción, y el proletariado, la clase obrera. Marx y Engels sostienen que los males de la explotación industrial son tan extremos que el derrocamiento por medios violentos de la burguesía a manos del proletariado es inminente e inevitable. El capitalismo ha cavado su propia tumba.
Después de un período de transición socialista en el que los medios de producción serán gradualmente centralizados y las muchas formas de propiedad serán abolidas, emergerá una sociedad comunista sin estado y sin clases.
También tratan varias objeciones al comunismo. Rechazan que los trabajadores se volverán vagos si se aboliera la propiedad privada y no pudiera mejorar su condición por medio del trabajo duro. Si eso fuera verdad, dicen, el capitalismo habría colapsado hace tiempo porque aquellos que trabajan no ganan nada, y los que ganan no trabajan. También rechazan que el comunismo llevará a compartir a las mujeres, remarcando el hecho de que la burguesía ha establecido de facto un sistema de saqueo sexual al tener a las viudas e hijos del proletariado a su disposición y seduciendo a las mujeres de los demás.
En 1847, la Liga de los Justos, que más tarde daría paso a llamarse Liga de los Comunistas encargó a Marx y Engels la redacción de un texto que les serviría como texto programático, como programa político y que más tarde en el segundo congreso de la Liga se recogerían los puntos básicos del Manifiesto.
Ni Marx ni Engels ofrecieron nunca un análisis detallado de su concepción del partido, no obstante, todo el texto del Manifiesto es un muestra clara de que entre proletariado y burguesía no debe haber componendas a largo plazo, aunque pueda haber alianzas tácticas para conseguir objetivos que interesan a ambas clases en un momento determinado, como fue para derrocar al absolutismo.
La burguesía es la clase explotadora, y lo es a través del salario que se paga al obrero en el modo de producción capitalista. La lucha de clases es una de las ideas que queda plasmada en el Manifiesto y que será en el futuro uno de los elementos básicos del movimiento obrero.
En el momento de escribir el Manifiesto, Marx y Engels, pensaban, que la dominación burguesa era incompatible con la democracia, por lo que la revolución proletaria no significaba sólo la conquista de los resortes económicos de la sociedad, sino la instauración de la democracia en sentido pleno, no restringida al voto de una fracción de los ciudadanos, (sin el voto de la mujer, que no contaba).
El Manifiesto es escrito por Marx, cuando éste cuenta con 30 años de edad, es pues, un escrito de su juventud, por ello, la Plusvalía y o la Fuerza del Trabajo ideas básicas del El Capital, no se ven en el Manifiesto, ya que estas ideas no las había desarrollado aún.
Es importante saber que el Manifiesto fue escrito por lo cercano y a la vista de una situación revolucionaria inminente y que estalló antes de que el texto se difundiera.
por Fco. Javier Mingorance Morcillo, miembro del Núcleo del PCA en Almería
Puedes descargar el Manifiesto Comunista en PDF pinchando aquí